Taller de kichwaLa excelente acogida que ha tenido esta iniciativa, convierten a los talleres de kichwa en uno de los referentes de las acciones de difusión de la cultura ecuatoriana promovidas por la SENAMI.

A estos talleres no sólo han asistido ecuatorianos; españoles, franceses e italianos también han sucumbido al encanto de esta ancestral lengua originaria de Los Andes.

“Alli chishi mashi” (buenas tardes, compañero), dice María para dar la bienvenida a sus alumnos que apresuradamente se acomodan en sus asientos para iniciar una nueva lección de Kichwua.

Estamos, curiosamente, en el centro de la capital española en la sede de la SENAMI, donde acaba de iniciar un tercer taller de kichwa. El interés suscitado por estas clases ha sido “muy gratificante”, según nos comenta la monitora de esta lengua, María Albarrán, que con sus 19 años afirma estar convencida de que quiere dedicar su vida profesional a difundir su lengua y su cultura ahí donde vaya.

El kichwa es un idioma “que antaño se reprimía y esto ha contribuido a que vaya desapareciendo”, según explica Albarrán, quien destaca la importancia de este tipo de iniciativas que cuentan con el respaldo del Gobierno de la República de Ecuador.

Para Nelson España, uno de los alumnos de este curso es “importante estar en contacto con el idioma, pues está muy vinculado a la cultura, además vengo de una provincia donde se habla mucho el kichwa y me parece muy significativo para el entendimiento y la convivencia”.

 

A esta última edición de los talleres de kichwa asisten compatriotas de todas las edades y procedencias, “tenemos cuatro niños, que vienen con sus padres y también gente un poco más mayor”, según nos comenta la monitora.

Según destacan los alumnos de este taller, lo positivo de estos cursos es que cuentan con un apartado en el que, mediante material audiovisual o charlas, pueden conocer más a fondo las señas más importantes de la cultura e identidad andina.

En estos talleres, el monitor encargado de dar la aportación cultural es Enrique Pulupa, quien despertó el interés de sus alumnos hablando sobre el concepto de familia en el mundo indígena. “Nosotros dentro del concepto familia, también incluimos a la naturaleza y todo lo que nos rodea, las plantas, el agua, las montañas, son parte fundamental de la crianza de una familia”.

Ambos monitores coinciden en que la motivación de los alumnos es muy evidente. La participación, el interés, las preguntas, y hasta los debates en clase, son muestra fiel de que el kichwa no es para nada una lengüa muerta, de hecho en Madrid también se habla Kichwa.