Asociacion Sudamericana Ecuador de Córdoba

Este viernes 8 de abril/11  es el Día Internacional del Pueblo Gitano. Así, a secas, de nada sirve, pero los colectivos que trabajan para conseguir avanzar en su inclusión social creen que es un grano de arena. El pueblo gitano continúa siendo uno de los grupos más castigados por las situaciones de pobreza y marginación. Son, sin duda, los más discriminados de toda Europa, donde conforman la mayor minoría.

Este año, la celebración coincide con el 40º aniversario del congreso gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, en el que se instituyó la bandera y el himno gitanos. Entre lo que ha cambiado en estos años, destaca que de un tiempo a esta parte el asunto está más en la agenda política, pero los resultados son aún mediocres.

La actual presidencia de turno de la Unión Europa, la húngara, ha tratado de impulsar las discusiones nuevamente, como ya hicieron sus compañeros del Trío Bélgica y España.

Esta semana, la Comisión Europea presentó su estrategia para la integración del pueblo romaní, que aparte de las buenas intenciones, quiere obligar a los Veintisiete a cumplir objetivos nacionales concretos. El plan, anunciado por la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Justicia, Viviane Reding, y el comisario de Empleo, László Andor, obligará a los países a asumir compromisos en función del porcentaje y grado de integración de su población gitana.

Aunque a muchos les cueste comprenderlo, España es considerado como un país ejemplar en cuanto a la integración de los gitanos. Lo decía hace unos meses el propio comisario europeo de Asuntos Sociales e Integración, László Andor, en una entrevista a elmundo.es, y lo ha reiterado hace unos días la propia Reding. "Los problemas son diferentes en cada país y las políticas a desarrollar también lo serán. No es igual la situación en España, donde los gitanos están bastante bien integrados, que en Hungría", según informó Efe.

La estrategia, que tiene aún que ser aprobada por los Veintisiete y la Eurocámara, orientará las políticas nacionales de integración en materia de educación, empleo, vivienda y sanidad e implicará un mejor uso de los fondos que se destinan a los gitanos.

Bruselas lleva tiempo poniendo en duda la eficacia en la gestión de los fondos para la integración de los romaníes. Tanto es así que después de crearse un grupo de trabajo especial para analizar el asunto, el pasado mes de octubre se convocó una reunión de alto nivel en Bucarest (Rumanía) para avanzar en ello.

El hecho es que de los 27 países de la UE, sólo 12 (Bulgaria, República Checa, España, Finlandia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Polonia, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia) tienen programas de apoyo dirigidos especialmente a los gitanos (entre otros grupos vulnerables) y su presupuesto total asciende a 17.500 millones de euros (incluidos 13.300 millones provenientes del Fondo Social Europeo).

Aunque el proyecto europeo no plantea destinar ayudas económicas adicionales, pide a los países modificaciones en los programas que se financian con cargo a los Fondos estructurales y el Fondo Europeo de Desarrollo Rural, a fin de garantizar su buen uso.

El comisario Andor, durante la presentación de la estrategia en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) subrayó que, dada la importante presencia de población gitana en algunos estados comunitarios, se requiere una integración efectiva para que los países puedan alcanzar los objetivos en materia de empleo fijados por la UE de cara a 2020 según recogió Efe. El origen étnico está, en todos los Eurobarómetros, entre las primeras causas de discriminación en el mercado laboral.

Desde la Fundación Secretariado Gitano, que espera que ya en junio en el Consejo Europeo los Veintisiete valoren la estrategia, subrayan que todavía resuenan cercanos los hechos del verano pasado en Francia, donde se realizaron expulsiones indiscriminadas de personas gitanas rumanas y búlgaras (familias, mujeres, mayores, niños...) basadas en su origen étnico.

Piden poner en marcha todos los instrumentos necesarios para cerrar la brecha entre la minoría gitana y el conjunto de la población europea. En esta labor, añaden en un comunicado, deben implicarse todas las administraciones, tanto en su dimensión central como regional o local, así como la sociedad civil en su conjunto.

Por su parte, la Coalición por una Política Europea para la Población Gitana (ERPC en sus siglas en inglés) ya ha denunciado que el marco europeo presentado por la Comisión Europea "está lejos de abordar los retos de la exclusión de la población gitana". En su opinión, "no presenta un mecanismo de coordinación claro, algo crucial para asegurar la participación plena y efectiva de la Comisión Europea, los Estados miembros y la sociedad civil", según Europa Press.

El pasado 9 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó un informe en el que se instaba a acabar con la "discriminación sistemática" y en el que se pedía el establecimiento de niveles mínimos obligatorios en la UE en cuanto al acceso de la población gitana a ámbitos prioritarios como la educación, el empleo, la vivienda y la atención sanitaria.

La Estrategia también prioriza entre sus objetivos el asegurar que todos los niños gitanos completen la educación primaria; así como mejorar el acceso de la población romaní al empleo y a la vivienda y combatir la mortalidad infantil, cinco veces superior a la media de la población en general.

Los países de la UE deberán remitir sus estrategias nacionales a Bruselas a finales de 2011, indicando los objetivos para cada ámbito, cómo tienen previsto lograrlos y los fondos europeos que destinarán a ello. La Comisión Europea revisará anualmente el cumplimiento de esos objetivos para analizar los progresos.