Santander, España.- El presidente de la División América del banco Santander, Francisco Luzón, dijo que el próximo decenio "marcará la hora" de Latinoamérica, porque la aproximará definitivamente al desarrollo.
Durante su intervención en el Encuentro Santander-América Latina en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Luzón explicó que en un mundo más global e integrado, en el que los grandes países emergentes protagonizarán el crecimiento mundial, Latinoamérica tiene un enorme potencial que "va a poner en valor" en el periodo 2010-2020, con una mejor posición que los países asiáticos.
El presidente de la División América del Santander destacó los avances políticos, económicos y sociales que ha vivido este continente, que representa el 8 por ciento de la población mundial y el 9 por ciento del producto interior bruto (PIB), y tiene una renta per cápita que dobla la media de los países emergentes.
Luzón indicó que el centro de gravedad del mundo se esta trasladando desde el norte, "rico pero envejecido", al sur y al Pacífico, más pobre pero mucho más joven, y afirmó que la mayoría de los países de Latinoamérica tienen un perfil demográfico que supone un "auténtico bono para el crecimiento".
Explicó que la media de edad del continente -27.7 años- está incluso por debajo de la del Asia emergente -29 años- y de China -34.2 años-, lo que generará durante algún tiempo un diferencial de crecimiento en favor de América Latina.
Uno de cada doce habitantes del mundo seguirá siendo latinoamericano durante la próxima década, lo que, según Luzón, también es una garantía de que el continente "no quedará fuera del radar político, económico o empresarial del mundo".
Bajo su punto de vista, la demografía ha estado y seguirá estando en la base de los grandes cambios políticos, económicos y sociales.
Citó como otra de las ventajas competitivas de Latinoamérica frente a otros países emergentes su renta per cápita, que en 2020 podría pasar de 11 mil 300 a 16 mil dólares estadunidenses de media y alcanzar los 20 mil en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.
Durante su intervención, el consejero citó como bases del éxito de Latinoamérica su estabilidad económica y la reducción de la volatilidad, pero también la mejora del acceso a la educación y el fuerte aumento de las transferencias del Estado a los más pobres.
Luzón concluyó que Latinoamérica tiene un "esperanzador punto de partida para hacer frente a los retos de la próxima década.
Así, opinó que el desarrollo de los países asiáticos le crea unas "condiciones óptimas" para poner en valor sus ventajas competitivas y mejorar también algunas de sus "seculares vulnerabilidades" -una reducida generación de ahorro y un bajo nivel de inversión.
Latinoamérica es "un continente con ventajas para ser un ganador" para el siglo XXI, aseveró el directivo del Santander.
Recordó que América Latina es el continente de las materias primas, con capacidad para decidir su precio, y un territorio sin conflictos abiertos o pendientes y relativamente homogéneo desde el punto de vista cultural, histórico, racial y lingüístico.
Luzón destacó también el comportamiento "responsable" que Latinoamérica ha mantenido frente a la crisis y citó como bases de su despegue las clases medias como "motor de cambio", su transformación en un continente urbano, joven, con ciudadanos sanos y mejor educados, y una situación macroeconómica favorable.
Subrayó que el déficit público de la región no ha crecido desde 2008 nada más que 2.2 puntos sobre el PIB, un comportamiento que calificó de responsable y que, unido a la recuperación del crecimiento y al saneamiento de las finanzas públicas, le da una ventaja competitiva inédita: su nivel de deuda.