POR ANTONOMASIA
No llevo demasiado tiempo viviendo en Irlanda como para relacionarme con demasiados autóctonos pero sí he tenido la suerte de conocer a multitud de españoles, en la escuela de inglés. Tras conversar con muchos de ellos, me han resultado sorprendentes los motivos por los que muchos de ellos han decidido venir a éste país y supongo que sucederá lo mismo en muchos otros. La precaria situación económica y laboral del mercado de trabajo español.
Ya no vienen a estudiar inglés o buscar trabajo sólo los jóvenes (como me dijo la directora de una de las academias de inglés más grandes de Dublín) de un tiempo aquí (según ha avanzado la crisis y con ella el desempleo) decenas de trabajadores españoles, con alta cualificación buena parte de ellos, no han encontrado más opción que la de emigrar.
Salvando las evidentes distancias entre el pasado de España (no sólo se emigraba por el empleo) hoy la situación económica ha lanzado a la desesperada a multitud de españoles a buscarse la vida en el extranjero. Hablo de españoles que pasan de largo los 30 años (muchos de ellos con hijos), cosa poco habitual hace poco más de un año, cuando quienes venían eran, en su gran mayoría, menores de 30, o incluso de 25, estudiantes que acaban de terminar su carrera y buscaban mejorar su nivel de inglés. Ahora no sucede eso, no sólo se busca mejorar el nuevo idioma sino que muchos de los trabajos que demandan los españoles, no son los habituales, hasta ahora, de camarero o ayudante de cocina, sino que la experiencia de años de trabajo en España les lleva a demandar trabajos de mayor cualificación relacionados con las funciones que llevaron a cabo en España antes de verse obligados a marchar.
El sueño o la esperanza de un trabajo, y además si puede ser, bien remunerado. La posibilidad de reincorporarse al mercado laboral aunque sea en otro país y con unos sueldos acordes con la experiencia y la especialización. Ése es el motivo del gran aumento de inmigrantes españoles en Irlanda (donde la crisis también ha dejado su huella pero no del mismo modo que en España). Quizá la crisis pase más o menos rápido, pero más allá de eso, es de temer que los salarios sigan siendo mediocres por mucho tiempo.