Derechos Humanos denuncia amenazas a inmigrantes y empresarios

abc.es.- Cordoba.- El conflicto laboral abierto en la Vega está llegando a límites poco agradables. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) señaló ayer que ha recibido varias denuncias de temporeros extranjeros quejándose de las «amenazas» y «presiones» que están sufriendo por parte de trabajadores locales para que se marchen de las fincas donde están faenando.

El delegado de esta ONG en Córdoba, Valentín Aguilar, achacó esta situación al crecimiento del desempleo que se ha registrado en la provincia en los últimos meses. Según señaló, la crisis ha provocado que empleados que, hasta hace poco, estaban ocupados en otros sectores, como la construcción, se estén incorporando como demandantes de empleo al campo.

La mano de obra foránea no es la única que está sufriendo estas amenazas. El responsable del área de Inmigración de APDH-A, Carlos Arce, informó de que tienen constancia de que hay empresarios que están siendo coaccionados para que únicamente contraten a jornaleros empadronados en los municipios donde se desarrolla la campaña. Este extremo fue confirmado ayer por fuentes de la Coordinadora de Organizaciones Agrícolas y Ganaderas (COAG), quienes aseguraron haber recibido quejas por este motivo de socios de ciertas localidades, como es el caso de Baena.

Los representantes de APDH-A culparon a los alcaldes de Palma y Hornachuelos y a algunos representantes sindicales por realizar una serie de declaraciones que han podido «generar un caldo de cultivo que propicie actitudes de tinte racista y xenófobo». «Se está lanzando el mensaje de que los inmigrantes están quitando el empleo de las personas que viven en los pueblos», afirmó Arce. Por este motivo, pidieron a los representantes políticos y sindicales más mesura en sus palabras.

Preocupación
De cara al inicio de la campaña olivarera, desde esta ONG se mostró cierta preocupación ante la posibilidad de que se repitan en otros puntos de la provincia episodios como los vividos en los últimos días en la Vega.

Esta situación ha provocado incluso que la embajada de Rumanía se haya puesto en contacto con algunos de sus súbditos para conocer de primera mano si estaban siendo objetos de algún acoso por tener una nacionalidad distinta a la española.