diariocolatino.com.- Washington.- La intensificación de redadas anti-inmigrantes en Estados Unidos afecta hoy a la industria ganadera, la cual pierde mano de obra  en un sector en el que los nacionales se niegan a trabajar.

El diario The Wall Street Journal señala que los ganaderos dependen de trabajadores extranjeros, muchos de los cuales llegaron de manera ilegal al país y son objeto de persecución por vivir sin la documentación requerida.

Los granjeros manifiestan que sin los trabajadores inmigrantes y con la común apatía de los estadounidenses por el pastoreo y el ordeño, la escasez de mano de obra podría llevarlos a la ruina o a vender sus negocios.

El rotativo refiere que esa necesidad los deja vulnerables, pues con el creciente desempleo, las autoridades federales elevan las medidas contra los indocumentados como una forma de atenuar la demanda laboral.

Por ello, un centenar de ganaderos cambió las botas por los trajes y viajó el mes pasado a Washington para informar a los congresistas sobre sus problemas y exigirles un programa de inmigración, acota el periódico de los financieros.

Sin embargo, otros grupos acusan al sector de buscar una medida perjudicial para los obreros estadounidenses, pues opinan que al permitir la entrada de más extranjeros, éstos coparían las vacantes en sectores ajenos al campo.

Si usted trae a miles de personas para trabajar en las lecherías, ellos también podrán competir con los norteamericanos por trabajos en la construcción, la fabricación y los servicios, explica Roy Beck, director ejecutivo de la organización NumbersUSA.

En ese sentido, la senadora californiana Dianne Feinstein presentó en mayo pasado un proyecto de ley bipartito para permitirles a los productores de leche la legalización de su fuerza obrera inmigrante, recuerda el Journal.

Según estudios, los empleados de origen foráneo representan el 40 por ciento de la fuerza motriz de la industria y son los responsables de la producción de dos tercios de la leche consumida en Estados Unidos.