Filme con apoyo ecuatoriano gana en Festival de San Sebastián. Imprimir
Escrito por editor   
Lunes, 30 de Septiembre de 2013 18:58

El “Premio Irizar al cine vasco” fue para Amaia y Aitor Merino. Esta película narra la historia de una amistad en que está de por medio la organización terrorista vasca ETA.

Asier eta biok, dirigida por Amaia y Aitor Merino, busca los hilos que llevaron a Asier Aranguren a relacionarse con el grupo armado ETA. En la gráfica, ambos directores cuando presentaron el filme en la edición 28 del Festival de Cine de Guadalajara.
Asier eta biok, dirigida por Amaia y Aitor Merino, busca los hilos que llevaron a Asier Aranguren a relacionarse con el grupo armado ETA. En la gráfica, ambos directores cuando presentaron el filme en la edición 28 del Festival de Cine de Guadalajara.

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Aunque los datos fueron emitidos por la misma organización, ya en los días previos se hablaba de una inclinación del público por filmes como Asier eta Biok y La vie d'Adelle". Otras sesiones que tenía asientos agotados en venta anticipada fueron Gravity, The Zero Theorem y The Face of Love. En ese contexto Asier eta biok ganó el Premio Irizar al cine vasco.

La noche del sábado en España se anunció el premio a esta película, que fue exhibida en la sección Zinemira, cuya producción fue ejecutada por la ecuatoriana Cineática Films y la española Doxa Producciones. Los hermanos Aitor y Amaia Merino (ella ha residido en Ecuador) dirigieron el documental y son quienes en la gala de premiación recibieron el reconocimiento; el galardón está dotado de 20 mil euros.

La historia que se cuenta tiene un punto de partida con el origen de una amistad, “la mantenida por Aitor Merino y Asier Aranguren desde que jugaban de niños a finales de los 70 en las agitadas calles de Pamplona. A los 16 años, Merino se fue a vivir a Madrid a buscarse la vida como actor”, menciona el Diario Vasco. Desde entonces Aitor lo buscó hasta que supo de él cuando lo involucraron con el grupo armado ETA.

“Quiero explicar a alguien de Soria, de Valencia o de Madrid mi amistad con Asier”, contó Merino al Diario Vasco días antes de su proyección en el Festival de San Sebastián. Incluso su relato apuntaba a desmitificar miradas sobre la historia de los conflictos: “Me daba muchísimo respeto, incluso miedo, tocar este tema tan complejo por cómo se aceptaría fuera de Euskadi. Se han hecho muchas películas sobre este asunto que no han tenido trascendencia fuera del País Vasco, casi todas dirigidas a las víctimas de ETA. Yo quería mostrar a alguien de fuera un relato distinto, que tuviera claves diferentes”.

Asier eta biok fue financiada en principio por ellos mismos (Amaia y Aitor), al cabo del tiempo encontraron apoyos en Doxa Producciones y en el Gobierno de Ecuador -donde reside Amaia-, que les dio una subvención, y también recurrieron al crowdfunding (micromecenazgo). El apoyo fue del Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador.

“El proyecto empezó a hacerse realidad cuando Asier salió de la cárcel en 2010, tras haber pasado ocho años entre rejas por pertenecer a ETA. Aitor fue a su encuentro cámara en mano y empezó a rodar”, cuenta el portal vasco Deia.

Pelo malo y Latinoamérica

El cine latinoamericano fue el vencedor este sábado, con películas arriesgadas e innovadoras, del Festival de San Sebastián, donde la venezolana Pelo malo de Mariana Rondón se alzó con la Concha de Oro y el mexicano Fernando Eimbcke con el premio al mejor director.

“Yo hice esta película para curarme de la angustia de ver tanta intolerancia”, afirmó Rondón al recibir el galardón de manos del presidente del jurado, el cineasta estadounidense Todd Haynes.

“Pensar distinto a los otros, ser diferente, no es un problema, al contrario es lo más hermoso que tiene el ser humano”, aseguró.

Coproducida por Venezuela, Perú y Alemania, Pelo malo cuenta la historia de un niño de un barrio pobre de Caracas obstinado con alisarse el pelo para posar como un cantante de moda en la foto del colegio. Pero en un país donde las chicas se disfrazan de reinas de belleza y los chicos de militares, este deseo inquieta a su madre, que lucha desesperadamente por criar sola a dos hijos tras haber perdido esposo y trabajo.

La otra película que concursaba en la sección oficial, la mexicana Club sándwich, le valió a Eimbcke la Concha de Plata al mejor director. Con un mínimo de imágenes y de diálogo, Eimbcke teje la perfecta banalidad en la relación entre una madre y su hijo adolescente durante unas vacaciones en Puerto Escondido hasta que irrumpe entre ellos una exuberante muchacha.

El premio Horizontes Latinos, dedicado todos los años al cine de la región, recayó en esta ocasión en la película brasileña O lobo atrás da porta, de Fernando Coimbra, que narra las tumultuosas relaciones entre tres personajes, los padres de un niño secuestrado y la amante de él y principal sospechosa del plagio.

Otros de los galardones para los latinoamericanos fue el Premio Cine en Construcción para La Salada, de Argentina; el Premio al Mejor Proyecto del Foro de Coproducción Europa-América Latina para El acompañante, de Cuba; y la Mención especial del Foro de Coproducción para La tierra y la sombra, de Colombia.

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Última actualización el Lunes, 30 de Septiembre de 2013 19:01