Baki, quien no admitió preguntas de los periodistas, lloró mientras leía un comunicado, y dijo sentir “profunda tristeza” por la decisión del presidente Rafael Correa.

Ella informó que durante los últimos tres años el Gobierno había destinado $ 7,3 millones del presupuesto estatal para la promoción del proyecto.

No abundó en detalles sobre cuántos viajes realizó al exterior para publicitar el Yasuní, ni el mecanismo de reembolso a los contribuyentes.

Sobre esto último indicó que el Ministerio de Relaciones Exteriores deberá convocar a sesión a la Junta del Fideicomiso para definir el proceso de terminación y liquidación.

Refirió algunos factores que a su criterio no permitieron la continuidad del plan ecológica: la crisis económica mundial, las necesidades de desarrollo de Ecuador y los intereses de algunas naciones (que no precisó).

Finalmente, pidió a Correa que ponga al servicio de la humanidad la riqueza y los descubrimientos científicos que se puedan obtener del Yasuní para la creación de la Ciudad del Bioconocimiento.

"Hay una promesa y un compromiso de preservar el Yasuní y seguiré luchando por esta causa con esperanza, con amor y pasión”.
Ivonne Baki, negociadora