Trágico accidente ferroviario en España Imprimir
Escrito por editor   
Jueves, 25 de Julio de 2013 09:02

Ascienden a 78 los muertos en el accidente de tren en Santiago de Compostela, 120 heridos 20 de ellos muy graves

El maquinista: "voy a 190 km"

  Santiago  

Familiares de los fallecidos, en el pabellón multiusos Fontes do Sar. / Getty Images

La tragedia sacude a Galicia en el día de la comunidad y la festividad de Santiago de Compostela. El balance de víctimas mortales del accidente del tren Alvia que descarriló ayer por la tarde a escasos kilómetros de su llegada a la ciudad continúa creciendo esta mañana y ya son 78 los fallecidos, según la Delegación del Gobierno. Los heridos son 120, 20 de ellos graves y dos sin identificar. Dos coches fúnebres han comenzado pasadas las ocho de la mañana a trasladar los cadáveres del pabellón multiusos Fontes do Sar, donde los fueron conduciendo anoche conforme los iban rescatando, al Hospital Universitario de Santiago para practicarles la autopsia e identificarlos. El teléfono de atención a las víctimas y sus familias es el 900 101 660.

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha afirmado esta mañana en la cadena SER que se harán las identificaciones "con un cuidado escrupuloso". La Consejería de Sanidad asume que serán necesarias pruebas de ADN para lograr identificarlos. Mientras tanto, miembros de los equipos de emergencia han comprobado que no hay más muertos ni personas atrapadas en el interior de los dos vagones que quedaban por revisar, uno de ellos reducido a chatarra.

Está previsto que esta mañana llegue a Galicia el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, hace en estos momentos una declaración institucional. El presidente de la Xunta afirmó anoche que entre 10 y 20 heridos estaban “en situación comprometida” y 111 fuera de peligro.

Este es el primer accidente con víctimas mortales en una línea de alta velocidad en España y el más grave siniestro ferroviario en los últimos 40 años. Circulaba a 190 kilómetros por hora una curva limitada a 80, según el propio maquinista El accidente se produjo antes de las nueve de la noche de ayer, cuando el tren Alvia, que cada tarde-noche entra en la estación de la capital de Galicia procedente de Madrid y con destino a Ferrol, descarriló, a solo cuatro kilómetros de la parada con una fuerza brutal, de tal intensidad que uno de los ocho imponentes vagones voló a 15 metros de la vía. El tren es un serie 730, un híbrido con tracción diésel y eléctrica, prácticamente nuevo. Los ocho vagones volcaron y uno de ellos acabó convertido en un amasijo de hierros. En el convoy, con dos máquinas, viajaban 222 pasajeros y cuatro tripulantes. Dos supervivientes relataron a EL PAÍS cómo sintieron que el tren tomaba una curva cerrada, bajo el viaducto de la principal autopista de peaje de Galicia; cuando abrieron los ojos, estaban rodeados de cadáveres.

El maquinista, que sufrió heridas leves, reconoció inmediatamente después del siniestro que el tren circulaba a 190 kilómetros por hora, en una curva cerrada en la que la velocidad está limitada a 80, aunque en la recta previa, preparada para el AVE, pueden alcanzarse los 250 kilómetros. Uno de los dos conductores que llevaba el convoy accidentado hizo una llamada por teléfono tras el descarrilamiento y no paraba de repetir: “Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer”, según la edición digital de La Voz de Galicia. Los dos conductores del Alvia se incorporaron a las tareas de rescate y ayuda a los heridos. La vía en la que se ha producido el siniestro cuenta con un sistema de control ferroviario denominado ASFA, más antiguo que el ERTMS, que cuenta con un mecanismo que frena los trenes automáticamente cuando exceden la velocidad permitida. La vía había sido renovada para adaptarla a la alta velocidad, pero no el sistema de señalización.

Los vecinos del barrio compostelano de Angrois, junto al camino de hierro que lleva a la estación de la capital gallega, fueron los primeros e improvisados equipos de rescate que acudieron en auxilio de las víctimas. Los residentes hablaban de un gran estruendo, de un torpedo de ruido y polvo y de unas vías sembradas de cuerpos en apariencia sin vida. En medio de la confusión inicial, los muertos y heridos se contaban por decenas. Los vecinos y los pasajeros supervivientes no paraban de alertar, horrorizados, de que la cifra definitiva de víctimas mortales sería estremecedora.

Los profesionales del dispositivo de rescate tardaron cinco minutos en llegar al lugar, según han relatado algunos supervivientes. Y se encontraron un infierno. Teléfonos móviles sonaban en los bolsillos de algunos fallecidos, según contó entre lágrimas un agente de policía. Metralla, restos de chatarra y sangre por todas partes. Cuerpos dentro y debajo de los vagones, algunos mutilados.

Un amplio despliegue de servicios de emergencia se desplazó al lugar rápidamente gracias a que la ciudad iba a vivir una de las noches, la de su patrón, en la que más policía y ambulancias se preparan. Todos los hospitales gallegos fueron movilizados para atender a los heridos, algunos en estado crítico. En el Clínico de Santiago, al que llegaron buena parte de ellos, se congregaron numerosos familiares, angustiados, que eran llamados continuamente por los servicios médicos para comunicarles el estado de sus allegados. Supervivientes desorientados vagaban por los centros sanitarios sin documentación ni móviles con los que poder contactar con los conocidos que les acompañaban en el trágico viaje. La consejera de Sanidad, Rocío Mosquera, participó en las labores de información a las víctimas en el principal centro hospitalario de la capital gallega.

A la zona de Angrois se trasladó una enorme grúa para retirar los restos de los convoyes, de los que durante horas los efectivos de emergencias no cesaron de retirar heridos y cadáveres atrapados. Las autoridades utilizaron los medios de comunicación para pedir a los ciudadanos que no se acercasen a la zona del siniestro para evitar un atasco que dificultase la asistencia a las víctimas. Otro dato ilustra la fuerza del golpe que sufrieron los ocupantes del Alvia. Varios pasajeros relataron a EL PAÍS cómo vieron saltar por los aires los asientos fuertemente anclados de los vagones.

Comentarios
Buscar
¡Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios!

!joomlacomment 4.0 Copyright (C) 2009 Compojoom.com . All rights reserved."

Última actualización el Jueves, 25 de Julio de 2013 09:07