Guayaquil, 29 mar (Andes).- Cinco horas tardó la imagen del Cristo del Consuelo en recorrer las 16 cuadras de la calle Lizardo García, vía donde se realizó la procesión más grande de la Ciudad en Viernes Santo.

En el trayecto se recordaron  las 12 estaciones del calvario que debió padecer el hijo de Dios, Jesús, antes de ser crucificado.

Todos pedían a la imagen un milagro. Unos por el bienestar de un ser querido, por mantener su trabajo, por conseguir viajar al exterior, por mejorar su salud o simplemente por agradecer lo que ha hecho el hijo de Dios a sus vidas.

La procesión inició a las 7h00 desde la iglesia del Cristo del Consuelo, ubicada en las calles Lizardo García y la A. Los Caballeros de Jesús estiman que en este año la devoción fue mayor por lo que el número de fieles creció y calculan que a esta procesión acudió un grupo superior de fieles que supera las 450 mil personas.

A las 12h02 del día llegó la imagen a la iglesia del Espíritu Santo en donde se realizó la misa de las siete palabras.

"No importa cuántas personas acudieron, somos cada vez más que es lo resaltante. Muchos dicen que son 500 mil, otros apenas 150 mil, pero la realidad es la demostración de amor a Jesús que es evidenciado en la procesión", indicó Jorge González, miembro de los organizadores.

Indica que la imagen del Cristo del Consuelo es milagrosa y eso se debe a la fe que tienen hacia Jesús. En este día podemos recordar lo que hizo Jesús al morir en la cruz por salvar al hombre, por darnos una segunda oportunidad de vida.

La procesión del Cristo del Consuelo se la realiza desde hace 53 año. Fue una de las primeras en desarrollarse en la Ciudad. Las historias de milagros es interminable en cada uno de quienes acuden. Los relatos van desde los más sorprendentes como la cura del cáncer en la pequeña Sofía Martínez, hasta decir que la imagen le da fuerzas para seguir trabajando, como el caso de Alberto Corozo.

En horas de la mañana no hubo el candente sol, ni apareció la lluvia. Sin embargo, los miembros de las instituciones de auxilio reportaron decenas de personas con síntomas asfixia  La razón se debe a que muchos querían estar cerca de la carroza donde transportaban la imagen, lo cual quedaban atrapados y los más débiles eran presa de la falta de aire.

A lo largo de la vía se colocó parlantes que permitían unir las oraciones y explicaban cada una de las estaciones; además de los rezos y letanías que enuncia el sacerdote.

Un considerable número de uniformados acordonaron la imagen que en momentos solo servían de pared  para que los fieles no toquen la carroza. El número de personas por instantes los vencían.

"Estoy aquí para agradecer  al Cristo del Consuelo por mantener salvos a mis hijos",  asegura Francisco Torres, creyente, quien dice que ellos están en España y  que ruega que no les pase nada en el país ibérico.

Rosa Villalobos, creyente, revela que desde hace 14 años no ha dejado de acudir a la procesión y que va acompañado de su hijo, para inculcarle a él el amor a Dios.