Emotivos recibimientos a los migrantes que llegan al país por navidad Imprimir
Escrito por editor   
Domingo, 23 de Diciembre de 2012 09:31
Las hermanas Mestanza se emocionaron cuando vieron a su madre luego de 2 años. En esta ocasión llegó para quedarse.

eluniverso.com

Las hermanas Mestanza se emocionaron cuando vieron a su madre luego de 2 años. En esta ocasión llegó para quedarse.

Eran casi las 22:00 del viernes pasado y en los rostros de las hermanas Mestanza se notaba angustia y desesperación. A esa hora ellas veían uno tras otro salir a los pasajeros del vuelo XL 1733 de LAN, proveniente de Madrid, España, que arribó al aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

María, Doménica y Lissete, de 23, 19 y 18 años, respectivamente, aguardaban con desesperación la llegada de su madre, Susana Íñiga, quien hace diez años viajó a España en busca de un futuro mejor para sus tres hijas, dejándolas encargadas con una de sus hermanas.

La espera transcurrió durante una hora más. Íñiga no salía del área de Arribos Internacionales mientras, las jóvenes se asomaban a cada rato por las barandas de seguridad para ver si su madre llegaba, pero ella no aparecía.

La desesperación de estas jóvenes era evidente, la última vez que la vieron fue hace dos años, cuando Íñiga vino para celebrar la graduación de su segunda hija. Este viaje ya no tendrá retorno, puesto que ahora se quedará definitivamente en Ecuador.

No pasaron ni 15 minutos cuando, de repente, en sus rostros se dibujó una enorme sonrisa. La alegría las embargó, al punto de dejarlas sin palabras, lo único que pudieron hacer fue abrazar a su madre y entregarle un ramo de flores que Doménica tuvo en sus manos por más de tres horas.

Momentos similares se vivieron en el área de Arribos Internacionales de este aeropuerto cuando decenas de familias se reencontraron con algún ser querido que venía del extranjero a pasar las festividades de Navidad y fin de año.

Las lágrimas, los abrazos, los gritos y muchas sonrisas fueron las expresiones de sentimientos que cargaron de alegría el ambiente de recibimiento de los migrantes.

En aquel vuelo provenían compatriotas de diferentes partes de Europa y que habían hecho escala en Madrid. Como Ana Givipuma, quien vino desde Milán, Italia, para reencontrarse con sus dos hijas Kimberly y Evelyn y también con su esposo, Luis Ortuño.

Tres meses antes, Ortuño se adelantó al Ecuador con las niñas. “No nos separamos mucho tiempo, pero la extrañamos demasiado, ella se quedó allá por el trabajo, pero ya nos alcanzó”, dijo el ciudadano cuencano, que luego de 11 años de estadía en Italia volvió al país.

Kimberly, de 9 años, la hija mayor de Ortuño y Givipuma, estaba tan ansiosa por ver a su mamá, que casi suelta el globo de color amarillo inflado con helio que llevaba la frase “bienvenida mami” y que le daría cuando llegase.

Al ver a su progenitora las lágrimas de Kimberly y Evelyn no se hicieron esperar. Con un fuerte abrazo cerraron la emotiva escena.

En horas de la tarde, con la llegada del vuelo XL 537 de LAN, proveniente de Nueva York, se observó una masiva concurrencia de personas que iban a recibir a sus familiares.

Néstor Jurado luego de 6 años volvió a ver a su esposa, Martha Merino, que hace 10 años viajó a Estados Unidos.

Cuando se vieron después de tanto tiempo, la emoción por el reencuentro fue evidente, lo demostraron dándose un largo beso.

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Última actualización el Domingo, 23 de Diciembre de 2012 09:33