Iglesia San Francisco, el más imponente monumento arquitectónico quiteño.
Toda celebración tiene su origen. Las de Quito no son una excepción. En ellas se conmemora la Fundación española de la ciudad de San Francisco de Quito, la que se efectuó el 6 de diciembre de 1534, bajo la dirección del conquistador español Sebastián de Benalcázar, sobre los restos de la que fuera la segunda capital (o capital del norte) del Imperio de los Incas y antes la capital del legendario Reino de Quito, regentado por los Quitu-Caras.
Pese a que existen vestigios de poblaciones nómadas en el área de Rumipamba, que datan del 1.500 a. C., y que los Incas conquistaron en el siglo XV la zona de Pichincha, la ciudad San Francisco de Quito fue fundada por una expedición el 6 de diciembre de 1534.
Cuando llegaron los españoles al Tahuantinsuyo (territorio del imperio incaico que incluía el área de Quito) el imperio inca estaba sumergido en una guerra civil provocada por la pugna de poder entre Atahualpa y su hermano Huáscar.
La conquista de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. Se formaron dos expediciones, la de Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Benalcázar, procedente del sur. Fue este último el que consiguió llegar primero y quien fundó la ciudad de San Francisco de Quito en las faldas orientales del volcán Pichincha. La ciudad se encontraba sobre cenizas, ya que días antes había sido incendiada por el general inca Rumiñahui con el objeto de que los españoles no encontraran nada al llegar.
La ciudad fue establecida con 200 habitantes. Se señalaron los límites, se estableció el cabildo, se repartieron solares y se delimitaron áreas comunales. En el ámbito arquitectónico empezaron a edificarse los primeros monumentos, destacándose el inicio de la construcción de la Iglesia de San Francisco, en 1536.
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