MONTEVIDEO. El árbitro paraguayo Carlos Amarilla (i) muestra la segunda amonestación, cartulina roja, al tricolor Antonio Valencia (7), por considerar que hizo un reclamo excesivo sobre el final del duelo del pasado martes contra los uruguayos.

La Selección llegó ayer sin ánimo de festejar. El malestar en el plantel fue evidente porque con el empate a 1 con Uruguay, el martes pasado, se perdió la posibilidad de asumir el liderato en la eliminatoria al Mundial 2014. Además, el entrenador de Ecuador, Reinaldo Rueda, calificó de “tendencioso” y “sospechoso” el desempeño del árbitro paraguayo Carlos Amarilla.

Según Rueda, Amarilla es un árbitro experimentado, pero criticó su actuación por no tener un manejo adecuado del duelo y por las tarjetas amarillas que exhibió a los ecuatorianos (Segundo Castillo, Jayro Campos, Alexander Domínguez, Christian Benítez, Oswaldo Minda y Antonio Valencia; Castillo no estará ante Chile el 12 de octubre por acumulación de cartulinas, tampoco Valencia, quien fue expulsado por doble amonestación).

“Fue una persecución muy tendenciosa porque el comportamiento de Ecuador no es para ese tipo de castigos; después está la provocación a Valencia, porque la primera tarjeta (74m) no tiene justificación. (Amarilla) Es un árbitro de mucha trayectoria y experiencia y por eso debe darse cuenta a quién sanciona y en qué circunstancias del juego, eso está muy sospechoso”, expresó.

Para Rueda, los desaciertos del árbitro guaraní afectaron el desempeño nacional, pero indicó que “hay que estar preparados para todo. Esta eliminatoria es una guerra muy brava, hay que trabajar mentalmente para eso y para imponerse a los imponderables”, comentó.

El estratega resaltó el compromiso y entrega de sus jugadores para superar “los momentos difíciles presentados ante Bolivia y pelear en una plaza difícil como Uruguay. Fueron dos juegos complicados, pero se sumaron puntos que nos mantienen en zona de clasificación”, señaló.